Los tiempos de Hawkings


Hawkings, el gran físico  -que además admiro profundamente y no sólo por la magnificencia de sus teorías y estudios-  hace una acertada apreciación en su libro "El universo en una cáscara de nuez" acerca del tiempo; el tiempo real e imaginario.
El tiempo real es aquel punto determinado en el que supone aquel en el que estamos parados ahora mismo, por citar un ejemplo; porque la naturaleza del cosmos finca al tiempo real en el aquí y el ahora. El tiempo imaginario tiene potencialmente posibilidades infinitas. Cada instante de nuestro pasado tuvo un tiempo imaginario y en el momento en que avanzamos en una dirección determinada el tiempo imaginario se convierte en tiempo real. 
A partir de su lectura, reflexiones diversas pueden hacer que desviemos nuestra atención a temas menos científicos; Si el presente esta hecho de pasado y futuro donde dichas dimensiones temporales coexisten en el presente; Si lo que hacemos sólo lo hacemos en presente, nada puedes hacer en pasado o futuro (Y recuerdo ahora a un amigo mío que decía: A ver Raquel, mueve el meñique en pasado.... ahora muévelo en futuro, imposible verdad?) Si el espacio, el tiempo y la materia están interconectados.... Si así es y se conoce, no existiría entonces razón para que las personas no comprendiesemos la responsabilidad que viene implícita en valorar y vivir el presente, en tiempo real, como debe ser.  

RANGO DE SENTIDOS


Percibimos lo que percibimos porque tenemos el rango de sentidos que tenemos y como si de una ventana dimensional se tratase, ocupamos el telescopio y el microscopio, para acercarnos al macrocosmos, en donde el universo se expande y muestra lo que significa un proceso selectivo de los sentidos, porque simplemente no esta en nuestra escala, ni lo está el microcosmos donde se origina la vida.

UN MUNDO ESLABONADO

Hace muchos años que asumo la literatura como parte de mi vida diaria. Cada letra de los grandes me enseña y explica acerca del mundo que habitamos, uno de esos autores que me deja absorta por la complejidad e inteligencia de la forma y fondo como expresa, es Goethe, Johann Wolfgang von Goethe, aquel escritor alemán que funge como icono de la literatura universal. Genio que tan sólo a sus veinticuatro años escribía el texto que se considera el texto inaugural de la literatura alemana moderna “Las desventuras del joven Werther” Y culmina su vida con su obra central “Fausto”
Es en Fausto donde Goethe marca implícitamente su visión del mundo desde una perspectiva que siglos más tarde serían temas abordados no sólo por la religión sino planteados a través de las ciencias. Lo que en todo caso llama la atención es que el escritor asume temas como la filosofía natural sin restar un ápice a su destreza literaria. Existe entonces una de tantas, facetas de Goethe, donde explicaba através de ensayos sobre cuestiones acerca de la complejidad del mundo natural como una explicación al proceso en el cual los seres se desarrollan y no así en su constitución. Balanceándose constantemente hacia la corriente de Owen o Cuvier, que era una corriente de carácter holístico, lo cual refiere a cada realidad como un todo distinto del conjunto de sus partes. En ello Goethe dedico estudios completos acerca de los modelos genéticos en las plantas, a pesar de haberlo hecho dos siglos antes de que la genética misma apareciera. Es realmente interesante seguir el eslabón de la evolución del ser humano como la vinculación de sucesos y personajes que nos llevan a comprender en este caso, que la aportación de los morfologos racionalistas fue fundamental en sentar la base para que posterior a Charles Darwin, ciencias como la biología fueran aceptadas como tal.

dos hipótesis sobre el absoluto

Vamos a ver; en el primer caso, en el que la opción de la existencia de Dios sea nula, su inexistencia no tendrá ninguna implicación en esta vida ni después de la muerte, ya que después de la muerte regresamos a la nada de donde provenimos, entonces es fácil pensar que surges por azar donde el universo es un proceso fortuito y te mueves por instinto o fatalidad. En este modelo expuesto no hay demasiado más que verle y en realidad no es importante si nos parece trágico, divertido, catastrófico, si existir nos parece una cuestión de buena o mala suerte... no importa, porque no hay propósito en el hecho de existir. Esta implicación en la que Dios no existe nos lleva a la única posibilidad de adaptar mi psique a cada situación y elevar la calidad de vida para que sea satisfactoria o placentera mientras dure.
Hay un segundo caso en la que se plantea la hipótesis de un Absoluto como la creencia de que Dios existe, entiendo como absoluto lo inconmensurable, infinito, eterno, todo o nada. El universo absoluto debe ser por ende un universo profusamente habitado, donde vivir puede expresarse como un anhelo de plenitud de ser. El universo es un universo especular infinitamente grande comprendido en el macrocosmos e infinitamente pequeño observando el microcosmos, en donde las dimensiones no son siquiera humanas y los sistemas son ordenados y sofisticados en demasía.

El sentido de la muerte como la gran interrogante y principio de las siguientes

La gran interrogante será sin duda el sentido de la muerte, como el acceso al conocimiento absoluto, en ese sentido la ciencia es la verdad observada, la religión es una verdad revelada y la filosofía una verdad razonada. Estas tres ramas donde el ser humano vierte sus reflexiones y conocimientos llevan a la verdad intuida, la que comprende actos de Fé inmiscuida dentro de la espiritualidad del ser humano. La naturaleza de la muerte comprende todo un modelo cosmológico en el que si se comprende podemos dilucidar la naturaleza misma del universo.
La hipótesis de un Absoluto comprende dos opciones: Si Dios existe o no existe. Estas posibilidades tienen por si mismas implicaciones que tienen que ver con la ciencia que interpreta y estudia la gran interrogante de la evolución.
¿De donde surge la materia del cosmos?

 


UNA NOVATA INMISCUIDA EN LA CIENCIA - Templates Novo Blogger 2008